Generalmente una de las preocupaciones más grandes que tienen las mujeres mientras avanzan en edad es cómo tratar los síntomas que trae la menopausia.
Si bien es cierto que los mitos y vivencias que relatan sobre la sofocación, dolores de cabeza, el mal humor, entre otros, no suelen ser nada consoladores para las mujeres que están en rumbo de llegar a ella, también es cierto que han surgido muchos avances tecnológicos que con sólo una pequeña aplicación bajo la lengua pueden quitar muchos de estos males.
Debido a que no hay manera de predecir cuándo cesarán los sofocos y de que es posible que su gravedad aumente y/o disminuya durante un promedio de unos cinco años, la nanotecnología trae como remedio un gran avance para las mujeres españolas.
El cual reduce considerablemente los desagradables sofocos por los cuales tiene que pasar la mujer durante esta etapa.
Además es una manera única, eficaz y rápida de devolver su ambiente y condición normal al cuerpo de la mujer.
¿Cómo eliminar los sofocos?
Algunas veces, los sofocos van acompañados de sudores nocturnos mientras se intenta dormir.
Mira también:Cuánto dura la menopausiaTodos estos males se pueden eliminar con Actifemme RESD3, ya que es el único tratamiento de los síntomas de la menopausia.
Es un tratamiento oral para los síntomas de la menopausia que permite que sus componentes actúen de manera inmediata y puedan reducir de forma rápida cualquier grave o leve sofoco.
Con este producto único en el mercado español se puede contrarrestar por lo menos algunos de estos cambios por los cuales toda mujer tiene que pasar.
Este spray se compone de Resveratrol junto con Vitaminas E y D3, los cuales actúan como desinflamantes, antioxidantes, combaten fuertemente los radicales libres que se encuentran en el cuerpo y tienen un fuerte potencial contra el envejecimiento.
Ventajas de usar Actifemme RESD3
Seguro que muchas mujeres conocen distintas recetas o acciones diversas con las que poder combatir este síntoma de la menopausia.
Sin embargo está demostrado que con la ayuda de este spray se puede:
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- Es de fácil aplicación.
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Signos y síntomas evidentes de que ha comenzado la menopausia
Mira también:Qué es el climaterio y cuáles son sus síntomas: Todo lo que debes saberCuando se produce la retirada progresiva de la menstruación, en promedia alrededor de los 45 a 55 años de edad, hasta que se llega a la denominada “menopausia”, los signos y síntomas producidos por la disminución de las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) pueden empeorar y disminuir la calidad de vida de la mujer.
Sin embargo, se considera que la mujer ha “alcanzado la menopausia” cuando han transcurrido doce meses consecutivos sin menstruar.
A continuación te contamos cuáles son los síntomas que te indicarán que estás llegando a esta nueva etapa o fase de tu vida.
Primero te daremos una lista de estos síntomas y luego profundizaremos en cada uno:
- Sofocos.
- Sangrado vaginal irregular.
- Fatiga y mayor sensación de cansancio y debilidad.
- Cambios en la vagina.
- Cistitis e infecciones en el tracto urinario, e incontinencia urinaria, necesidad de orinar con mayor frecuencia o pérdida de orina al realizar esfuerzos.
- Insomnio y trastornos del sueño.
- Pérdida de libido.
- Cambios de humor e irritabilidad.
- Dificultad para concentrarse y pérdida de la memoria.
- Dolor en los senos.
- Dolor en las articulaciones.
- Cambios en la piel, uñas y pelo.
Sofocos y sudores nocturnos
Los bochornos o sofocos comúnmente se presentan como una repentina sensación de calor intenso en la parte superior del cuerpo y sobre todo en el rostro, así como sudor, agitación, ansiedad, mareos, náuseas, debilidad y dolor de cabeza.
Si bien cada mujer puede tener una experiencia diferente con respecto a los bochornos o sofocos generalmente cuando la transición de los periodos regulares hasta el cese de los mismos, se produce de manera rápida (como en el caso de la menopausia quirúrgica, que es cuando se extirpan los ovarios) los sofocos suelen ser más fuertes.
Asimismo cuando hay una menopausia causada por un tratamiento con quimioterapia y/o medicamentos de hormonoterapia, los sofocos pueden ser más intensos, aunque su intensidad puede variar, según cada caso, de intensa a moderada.
Mira también:Bochornos en la menopausiaSe considera que los sofocos o bochornos son uno de los síntomas más comunes de la menopausia, los padecen una gran parte de las mujeres postmenopáusicas, y alrededor del 15% de las mujeres que se hallan en la perimenopausia.
Su duración puede ser desde unos pocos segundos hasta varios minutos e incluso en algunos casos de hasta una hora, y pueden aparecer tanto de día como de noche (llamado sudor nocturno), siendo en este último caso que pueden empeorar los trastornos el sueño que de por sí ya se suelen dar en la menopausia.
La frecuencia de los bochornos o sofocos varia de una mujer a otra, siendo que algunas tienen apenas un sofoco al mes mientras otras pueden tener varios al día.
Existen algunos factores que pueden predisponer su aparición tales como:
- Los espacios cerrados.
- El café.
- Las comidas muy especiadas.
- El alcohol.
- Los ambientes húmedos y calientes,
- El exceso de grasa corporal.
- El estrés.
- Entre otros.
Normalmente con el paso del tiempo los sofocos o bochornos van perdiendo fuerza hasta que terminan por desaparecer.
Sangrado vaginal irregular
Puede ocurrir cuando una mujer llega a la menopausia, y es que algunas mujeres tienen problemas mínimos con sangrado anormal durante el tiempo previo a alcanzar esta etapa, mientras que otras padecen un sangrado excesivo e impredecible.
Los períodos menstruales pueden ocurrir con más frecuencia, o bien por el contrario pueden distanciarse cada vez más antes de detenerse.
No hay un patrón «normal» de sangrado y los patrones pueden variar de mujer a mujer.
Muchas mujeres suelen experimentar un aumento en la duración y el volumen del sangrado vaginal en el periodo previo a alcanzar la menopausia (denominado perimenopausia), esto es provocado principalmente porque los niveles hormonales tienen un patrón irregular.
De esta manera en la perimenopausia los ciclos menstruales pueden tener variaciones en los siguientes aspectos:
- Cantidad: un sangrado más escaso o bien más abundante de un mes a otro. E incluso puede suceder que algunos meses haya una falta de la menstruación y después se vuelva a reanudar.
- Duración: teniendo un sangrado vaginal más largo o bien más corto.
- Frecuencia: la frecuencia con la que se produce el sangrado también puede variar, pudiendo pasar que algunos meses no haya menstruación y en otros se produzca más de una vez.
Sin embargo, si bien en la perimenopausia se pueden producir estos cambios en la menstruación, a veces pueden ser generados por algún problema de salud, por lo cual puede ser necesario consultar con un médico.
¿Cuándo deberías consultar con tu médico?
- Cuando el sangrado dure más de siete días.
- Cuando los ciclos menstruales sean de más de 35 días o de menos de 21 días.
¿Es normal que haya sangrado después de la menopausia?
No. Si se produce sangrado en la postmenopausia (es decir la etapa posterior a la menopausia, cuando ya han trascurrido 12 meses desde el último periodo menstrual) consulta con un especialista.
Existen algunas causas para que pueda producirse sangrado en la postmenopausia a saber:
- Terapia de Reemplazo Hormonal.
- Hiperplasia endometrial.
- Fibromas.
- Pólipos uterinos o cervicales.
- Atrofia vaginal o endometrial.
- Cáncer de endometrio.
- Trauma pélvico.
- Sangrado del recto o del tracto urinario.
- Entre otras causas.
Si presentas sangrado vaginal en la postmenopausia debes tomarlo muy en serio y consultar con tu médico de inmediato, el cual podrá realizar algunos estudios tales como un examen pélvico, para determinar si es necesario realizar algún tratamiento.
Mayor sensación de fatiga, cansancio y debilidad
Estos síntomas son tan comunes que a veces es difícil en una mujer determinada saber si se deben a la menopausia o no.
Cuando hablamos de sudores nocturnos los mismos se pueden dar durante la perimenopausia y contribuyen a la sensación de fatiga, cansancio y debilidad, lo que puede tener un efecto sobre el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo.
Los cambios y la disminución que se produce en los niveles hormonales (sobre todo el estrógeno) producen que la mujer se sienta cansada y débil.
Asimismo los sudores nocturnos y el insomnio pueden hacer aún más grave esta situación provocando que la mujer tenga falta de ánimo y fuerza para cumplir con sus labores cotidianas.
La apatía y la somnolencia son síntomas que normalmente acompañan a la fatiga.
Algunos de los desencadenantes para no dormir bien y sentirse débil y fatigada durante el día, además de la disminución de los niveles hormonales, pueden ser:
- La falta de ejercicio.
- Ingerir alimentos como el café o té en grandes cantidades.
- No dormir en una habitación fresca y ventilada.
- Tener una dieta alta en grasas saturadas.
- Consumir demasiado alcohol y carbohidratos.
- No beber al menos dos litros de agua diarios.
- Tener un estilo de vida muy sedentario.
- Tener cenas demasiado copiosas y no dejar pasar al menos 3 horas después de la cena antes de acostarse.
- Tener altos niveles de estrés.
Cambios en la vagina: ya no será la misma
Los síntomas vaginales ocurren porque los tejidos que recubren la vagina se vuelven más delgados, secos y menos elásticos a medida que los niveles de estrógeno disminuyen.
Estos síntomas incluyen:
- Sequedad vaginal
- Irritación.
- Comezón.
- Dolor con las relaciones sexuales.
Los cambios vaginales también llevan a un mayor riesgo de infecciones vaginales.
La vagina sufre alteraciones con cada proceso hormonal a lo largo de la vida de la mujer, embarazo, pubertad, etc., que si bien son poco perceptibles por ser cambios internos no dejan de ser muy importantes.
Algunos de los cambios físicos más claros en los genitales femeninos durante la menopausia son:
- La pérdida de la grasa subcutánea en los labios menores y mayores de la vulva.
- La aparición de canas en el vello así como la disminución de su grosor.
- La atrofia vaginal, acompañada con síntomas tales como ardor, irritación, dolor durante el coito, disminución del flujo, etc.
- La pérdida de la elasticidad, causada por la disminución del estrógeno.
- El aumento del pH de la vagina que conlleva mayores probabilidades de infección urinaria.
- Una disminución del flujo de sangre hacia la vagina.
- La pérdida de lubricación en la vulva y la vagina lo que puede provocar dolor durante las relaciones sexuales.
Infecciones urinarias (Cistitis) e incontinencia
El revestimiento de la uretra (el tubo de transporte que va desde la vejiga hasta la descarga de la orina fuera del cuerpo) también sufre cambios similares a los tejidos de la vagina, y se vuelve más seco, delgado y menos elástico con la disminución de los niveles de estrógeno.
Esto puede llevar a un mayor riesgo de infección del tracto urinario, sentir la necesidad de orinar con mayor frecuencia o pérdida de orina (incontinencia urinaria).
La incontinencia urinaria puede producirse como resultado de un repentino y fuerte impulso de orinar o bien puede ser consecuencia de un esfuerzo al toser, levantar objetos pesados o reír.
Las infecciones en la orina, o cistitis, pueden convertirse en un problema para las mujeres que están en la menopausia, si se repiten a lo largo del tiempo.
Entre los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de padecer cistitis en la menopausia se encuentran:
- Por un lado, los niveles bajos de estrógenos vaginales, que causan un descenso en la flora de la vagina, y como resultado los mecanismos de defensa que deben evitar la entrada masiva de bacterias no funcionan correctamente.
- Por otro lado, otros factores que pueden incrementar las probabilidades de contraer una cistitis son cuando se produce un prolapso en la vejiga (que es un descolgamiento del órgano, que impide que se vacíe convenientemente) y las pérdidas de orina debidas a la incontinencia urinaria.
En todos los casos si se identifica que se tienen síntomas relacionados con las infecciones en la orina o la incontinencia urinaria, se debe consultar con un especialista de inmediato para realizar un diagnóstico y tratamiento adecuado.
¿Por qué es más frecuente la cistitis en la postmenopausia?
Como ya mencionamos, la disminución de los niveles hormonales en sangre, sobre todo de los estrógenos, que se produce en la menopausia y persiste luego en la postmenopausia, provoca que haya variaciones en el pH normal de la vagina, lo que conlleva que se produzcan cambios en la flora vaginal.
Estos cambios provocan una reducción de los niveles de lactobacilos (los cuales ayudan a proteger la flora normal de la vagina) y se produce un aumento en la colonización por parte de gérmenes intestinales, siendo el más común la Escherichia coli.
Insomnio y trastornos del sueño en la menopausia
Este es otro de los síntomas frecuentes que experimentan las mujeres que están en la menopausia o en sus estadios inmediatamente anteriores o posteriores.
Durante esta etapa se producen muchos cambios tanto físicos como emocionales, repercutiendo de manera directa en el día a día de muchas mujeres.
Los trastornos del sueño y el insomnio pueden perturbar la cotidianidad de muchas mujeres, provocando un descanso de baja calidad, con sueño interrumpido en la noche, impidiendo conciliar un sueño reparador, y no dejando que las células puedan repararse y recuperar las energías consumidas durante el día.
En estos casos se aconseja consultar con un profesional de la salud para encontrar la mejor manera de combatir el insomnio y los trastornos del sueño relacionados.
Tener un sueño placentero y reparador, de al menos 7 a 9 horas todas las noches, es fundamental para mantener una buena salud mental, física y emocional.
Cuando se duerme se producen procesos que equilibran los fluidos corporales, refuerzan el sistema inmunológico, se eliminan químicos de los músculos y se promueve el desarrollo y crecimiento muscular.
Además desde el aspecto mental, una buena calidad de sueño ayuda a procesar lo vivido en el día a día, y almacenar dicha información en la memoria.
Es normal que a veces se tengan problemas para dormir bien, pero en la menopausia estos problema pueden empeorar y eso trae consigo diferentes consecuencia negativas, como una disminución en la calidad y eficiencia en el trabajo, y los quehaceres diarios, problemas para concentrarse y falta de memoria, irritabilidad, entre otros.
Si bien aún no se tiene del todo claro cuánto ni de qué manera afectan los cambios hormonales en la calidad del sueño, lo cierto es que la menopausia trae consigo varios síntomas y signos tales como la depresión, los sofocos o bochornos, la sudoración nocturna, cambios en el estado de ánimo, aumento de peso, etc., y todos estos síntomas suelen interferir y disminuir la calidad del descanso nocturno.
Las mujeres que están transitando la etapa menopáusica tienen mayores posibilidades de padecer:
- Apnea del sueño: esta es una condición en la cual la respiración se detiene de modo breve al dormir, provocando ronquidos, respiración fuerte y forzada, y jadeos, y como resultado la persona se despierta durante la noche, sintiéndose cansada durante el día.
- Insomnio: es en general es un término que describe dificultades para dormir. Existen distintos tipos de insomnio. Puede suceder que cueste conciliar el sueño, se despierte antes de lo que se deseaba, o bien que la persona se despierte durante la noche y le resulte difícil volver a conciliar el sueño, provocando que se sienta cansada al levantarse. Si esto se mantiene en el tiempo, el insomnio puede disminuir la calidad de vida, y dificultar la capacidad de concentración y en general perjudicar la vida diaria.
Tanto si no puedes dormir bien en la noche como si duermes pero igual te sientes cansada al día siguiente, te aconsejamos que consultes a tu médico de confianza, porque puede ser que sufras de apnea del sueño, o algún otro trastorno, y no lo sepas, y si esto se mantiene en el tiempo puede ser muy perjudicial para tu salud y tu calidad de vida.
La menopausia y la pérdida de libido
La pérdida de libido (que también es llamada “Trastorno de Deseo Sexual Hipo Activo”), se trata de una disminución o una falta de deseo e interés por la actividad sexual.
Según estadísticas la disminución del deseo sexual (o pérdida de libido) afecta alrededor del 50% de las mujeres de más de 45 años.
Existen varios motivos o causas tanto físicas como psicológicas que provocan la pérdida de libido, que se suele incrementar sobre todo en la perimenopausia, en la menopausia (propiamente dicha) y en la postmenopausia.
Se estima que cerca del 30% de las mujeres que se encuentran en la perimenopausia tienen algún tipo de disfunción sexual o falta de apetito sexual.
Motivos físicos y psicológicos más comunes
Motivos físicos de la pérdida de libido
Con los cambios hormonales producidos durante la menopausia se provocan cambios en la vagina tales como aumento de sequedad, pérdida de la sensibilidad, pérdida de la elasticidad y reducción del canal vaginal, y todo esto normalmente provoca que la mujer sufra dolor durante el coito, y como consecuencia pueda perder el interés y el deseo sexual.
E incluso en algunos casos el dolor que experimenta la mujer puede derivar en una afección denominada vaginismo (que es cuando los músculos vaginales se tensan involuntariamente debido a que se anticipan al dolor).
Motivos psicológicos de la pérdida de libido
Asimismo existen también otros motivos de carácter psicológicos que pueden provocar la pérdida o disminución de libido.
Entre los motivos más comunes se encuentran la ansiedad, el estrés, la angustia y la depresión, propias de esta etapa, generadas por los desajustes y la disminución de los niveles hormonales, que pueden hacer que la mujer pierda el interés en el sexo.
Además muchas mujeres sienten que han perdido su belleza debido a factores como el aumento de la grasa abdominal, la sequedad de su piel, el aumento de peso, la pérdida de orina (especialmente durante el coito), y los cambios en su vagina, afectando la percepción de sí mismas y llevándolas a evitar la actividad sexual.
Además pueden aparecer problemas de pareja que empeoren la situación.
Muchas mujeres sienten que su pareja no puede entender por lo que están pasando y que son incapaces de empatizar con ellas.
En estos casos se debe buscar ayuda profesional, ya que en la mayoría de los casos si se consulta con un especialista, se logrará mejorar esta situación.
Cambios de humor repentinos en la menopausia
Los cambios de humor son un síntoma muy común en las mujeres que transitan la perimenopausia; sentimientos de soledad, irritabilidad y tristeza son muy normales en esta etapa.
Se calcula que más del 50% de las mujeres que están en la perimenopausia sufren de cambios de humor repentinos que perjudican su vida cotidiana y sus relaciones sociales.
Entre los síntomas frecuentes que acompañan a los cambios de humor repentinos se encuentran:
- La depresión.
- La intolerancia.
- La apatía.
- La ansiedad.
- La nostalgia.
- La agresión.
Los cambios de humor en esta etapa están caracterizados por cambios bruscos en el estado de ánimo, que pasan de la tristeza a la alegría, de la apatía a la euforia, o con reacciones exacerbadas ante pequeñas situaciones difíciles, que generalmente son producto de un desequilibrio de las hormonas que regulan el estado de ánimo.
Los cambios de humor pueden variar de mujer a mujer y no tienen una duración determinada ni un tiempo específico, además pueden producirse por diferentes factores o situaciones que ocurran durante el día.
Normalmente un estilo de vida sano, que incluya ejercicio regular, una dieta saludable, y un sueño de calidad, tenderá a prevenir estos cambios de humor.
Irritabilidad durante la menopausia
Muchas mujeres que transitan la menopausia sufren de irritabilidad, que es la capacidad que tiene el organismo de identificar cambios negativos en el ambiente y reaccionar ante tales cambios, es un modo de responder ante estímulos psicológicos.
La irritabilidad generalmente está acompañada de otros síntomas tales como:
- Caída del cabello.
- Cansancio.
- Nerviosismo.
- Sofocos.
- Insomnio.
- Infelicidad.
- Dolor de cabeza.
- Ataques de ira.
La irritabilidad en la menopausia se produce entre otros motivos por desequilibrios y desordenes hormonales.
Cuando en la menopausia, y sus estadios anteriores y posteriores, se produce una disminución y cese de la producción de hormonas sexuales femeninas, se ven afectados los neurotransmisores del cerebro y ello provoca irritabilidad.
En la perimenopausia (etapa anterior a la menopausia) los niveles fluctuantes de estrógeno afectan la regulación del humor y la emoción del cerebro, lo que también lleva a que se experimente irritabilidad.
Otras causas de la irritabilidad pueden ser:
- El estrés.
- Estar en lugares ruidosos.
- El exceso de carga laboral.
Hay muchas alternativas para prevenir y combatir la irritabilidad en la menopausia, entre las que se hayan realizar ejercicio de manera regular, consumir fitoestrógenos y vitaminas B y C, disfrutar de un pasatiempo y dormir al menos 7 a 9 horas.
Dificultad para concentrarse y pérdida de la memoria
La dificultad para concentrarse es uno de los síntomas característicos de la menopausia y normalmente se da acompañado con la falta de memoria.
La incapacidad para concentrarse se produce cuando no se pueden realizar varias actividades al mismo tiempo, y afecta a la capacidad de procesar información y a la capacidad de atención.
Está pérdida cognitiva se ve incrementada con el avance de la edad y también como resultado y consecuencia de algunas enfermedades.
Se produce falta de concentración cuando la persona se desconecta de aquellos estímulos que le permiten mantener la atención.
Existen varias causas que provocan la dificulta para concentrarse, y en el caso que nos incumbe en este artículo, está el desequilibrio y la disminución hormonal, propia de la menopausia.
Sin embargo puede haber otras causas tales como malos hábitos y/o enfermedades.
Con respecto a la dificultad para concentrarse en la menopausia es provocado por los cambios y fluctuaciones hormonales, ya que hay varios neurotransmisores en el cerebro que sirven para regular la función cognitiva, incluyendo la capacidad de concentración y la memoria a corto plazo, y estos cambios hormonales afectan, perjudican y disminuyen dicho funcionamiento cognitivo.
Entre los síntomas asociados con la pérdida de estas capacidades cognitivas se destacan los siguientes:
- Problemas de comprensión.
- Interrumpir a otros al hablar y contestar de forma abrupta a cualquier pregunta.
- Pérdida de la memoria, olvidarse de los nombres, números de teléfono, fechas, etc.
- Impaciencia y nerviosismo no habitual.
- Dificultad para orientarse en el espacio.
- Deficiencia de las habilidades aritméticas, del lenguaje y de organización.
¿Qué puedes hacer si tienes dificultad para concentrarte?
Si estás padeciendo de dificultades para concentrarte y pérdida de memoria puedes aplicar los siguientes tips:
- Realiza una lista de las tareas que debes hacer y pégala en un lugar donde la veas constantemente.
- Mantén horarios para realizar determinadas tareas.
- Limita los distractores externos como las redes sociales, el correo electrónico o el celular.
- Realiza ejercicios mentales tales como el conteo de palabras.
- Haz ejercicios de relajación.
Si bien la dificultad para concentrarse es propia de la menopausia, cada mujer la experimenta de una manera muy particular, por eso si crees que estás teniendo este problema consulta con tu médico de confianza y él te dará diferentes opciones para tratar este asunto.
Dolor en los senos en la menopausia
Durante la transición a la menopausia puede producirse dolor espontáneo en los senos, similar al que se sufre al final de la menstruación o en el embarazo, pero en este caso es debido a la disminución de las hormonas femeninas, lo que incrementa la sensibilidad a la presión o al roce.
Se estima que hasta el 70% de las mujeres que transitan la menopausia sufren de esta molestia pero sólo un 15% requieren tratamiento médico.
El grado del dolor puede variar de una mujer a otra y se puede dar en los dos senos al mismo tiempo, o en uno sólo e incluso en la axila.
Es normal que las mujeres suelan relacionar este dolor en los senos con cáncer de mama, pero no siempre está relacionado.
El dolor en los senos puede ser clasificado como: cíclico o no cíclico.
Cuando es «cíclico» generalmente se produce por variaciones y cambios hormonales, generados por la menstruación o bien en la transición a la menopausia, donde se producen desequilibrios hormonales.
Cuando es «no cíclico» suele ser más común en las mujeres que se encuentran en la postmenopausia y no suele estar relacionado con cambios hormonales.
¿Cuánto dura el dolor en los senos?
Cuando es producido por el ciclo menstrual suele desaparecer al finalizar el mismo, sin embargo, cuando se debe a la menopausia puede durar varios meses hasta que finalice la transición a esta etapa.
Cuando las hormonas fluctúan, y se dan cambios en los niveles hormonales, se puede producir un aumento de la densidad del busto, lo que conlleva mayor sensibilidad al contacto y con ello dolor.
Otras causas del dolor en los senos
Existen otras causas que pueden provocar dolor en los senos, a saber:
- Quistes en las mamas.
- Artritis.
- Abscesos en las mamas.
- Cáncer.
- Golpes en los senos.
- Ciertos medicamentos.
Dolor en las articulaciones
Un gran porcentaje de las mujeres postmenopáusicas sufren de dolor en las articulaciones, y se estima que cerca del 40% de las mujeres de más de 60 años la padecen.
Normalmente se origina en las estructuras articulares como tendones, ligamentos y/o músculos, y entre las articulaciones que suelen verse más afectadas se hallan las de las caderas, las rodillas y la espalda.
Este dolor en las articulaciones (llamado “artralgia”) puede verse acompañado con rigidez en las extremidades e inflamación en las articulaciones.
Entre las causas del dolor articular se encuentra el desbalance hormonal, y al igual que con otros síntomas de la menopausia, se debe a la disminución de los niveles de estrógeno, debido a que esta hormona es la encargada de proteger las articulaciones y su disminución afecta tanto a los huesos como a los cartílagos.
SI se tienen dolores articulares se puede realizar un examen médico para determinar si una disminución o desequilibrio hormonal los está provocando.
Síntomas del dolor en las articulaciones
Entre los síntomas que se pueden experimentar en relación al dolor en las articulaciones se hallan los siguientes:
- Dolor al realizar algún movimiento.
- Dolor al palpar la zona.
- Rigidez en la articulación.
- Dolor permanente en las extremidades inferiores.
Además pueden darse ciertos síntomas que deberán ser estudiados por un médico tales como:
- Enrojecimiento, inflamación y calor articular.
- Dificultad para moverse.
- Protuberancias óseas en las articulaciones.
- Erupciones cutáneas con puntitos o manchas violáceas.
Cambios en la piel, uñas y pelo
Cuando la mujer llega a la menopausia se producen cambios en su piel, cabello y uñas, sin embargo es recomendable comenzar antes de la llegada de esta etapa a tomar algunos precauciones.
¿Cuáles cambios se pueden producir en la piel?
En la perimenopausia, en la menopausia y en la postmenopausia, con la disminución y posterior cese de la producción de hormonas femeninas se pueden generar cambios tales como:
- Aumentar la flacidez cutánea.
- Aumentar la sequedad cutánea, con posibilidades de presentar eczemas, xerosis y hasta picores.
- Aumentar la sensibilidad cutánea.
- Aparecer capilares visibles.
- Aparecer acné.
- Hirsutismo.
- Disminuir el grosor de la piel.
- Aparecer manchas cutáneas.
- Aparecer rosácea.
Los cambios que se produzcan en la piel dependerán de diferentes factores tales como:
- Si se toman o no hormonas.
- Si los hábitos de vida son o no saludables.
- Si se consumen antioxidantes.
- Si se consumen fitoestrógenos.
- Entre otros.
Cambios en las uñas y el pelo
Una de los cambios que se dan en las uñas relacionados como la llegada de la menopausia y los cambios hormonales son las estrías verticales, que se suelen dar sobre todo cuando hay mucha sequedad en las uñas, por carencias nutricionales que generan una falta de mineralización en las uñas y por una formación errónea de la queratina.
De igual manera ocurre con el cabello que puede caerse más fácilmente debido a que se debilitan y pierden su grosor sus fibras, principalmente cuando se producen disminuciones en los estrógenos.
Es aconsejable hidratar las uñas con una crema de manos cada vez que te laves o bien por la noche antes de dormir.
Para combatir la fragilidad de las uñas y la caída del pelo, se pueden utilizar suplementos nutricionales con biotina, y otras vitaminas del grupo B, y mantener una buena ingesta de proteínas en la dieta.
Hasta aquí llega este artículo sobre los signos y síntomas evidentes de que ha comenzado la menopausia, esperamos tengas más en claro ahora estos temas.
Recuerda que este artículo es meramente informativo y si tienes preocupaciones con respecto a tu salud debes consultar con un médico.
Por favor comprende que en este sitio no podemos recomendarte tratamiento alguno, ni realizar un diagnóstico, consulta siempre con tu médico de confianza si tienes dudas o preocupaciones específicas con respecto a tu salud.
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