Menopausia y Problemas Oculares: Salud visual en la menopausia

Menopausia y problemas oculares - Salud visual en la menopausia

Menopausia y problemas oculares. La mayoría de las mujeres no saben que los cambios que se dan en esta etapa a nivel físico también pueden afectar su salud visual.

Por ello es importante tomar algunas medidas preventivas como así también realizar los controles rutinarios para prevenir y contrarrestar cualquier problema en la salud visual. De manera que se logre mantener los ojos los más sanos posible.

Lo recomendable es que si estás en la menopausia lleves a cabo revisiones completas con un oftalmólogo, como los que puedes encontrar en Oftalmólogos Martínez de Carneros, para que se realice un diagnóstico de cualquier problema ocular y se pueda llevar a cabo un tratamiento temprano.

En este artículo te contaremos cómo es que la menopausia puede afectar tu salud visual, qué problemas oculares están asociados con esta etapa de la vida y cuáles son los síntomas tempranos que debes tener en cuenta para realizar una consulta con tu oftalmólogo.

También veremos qué hábitos que pueden dañar tu salud ocular debes evitar, cuáles son los exámenes que deberías realizarte y te daremos algunas recomendaciones que deberías poner en práctica si aún no tienes problemas visuales y deseas prevenirlos, o incluso si ya los tienes para que no empeoren.

¿Cómo incide la menopausia en la aparición de problemas oculares?

Cómo incide la menopausia en la aparición de problemas visuales

Con la llegada de la menopausia suele aparecer un problema bastante común para las mujeres que están en esta etapa que es el Síndrome del Ojo Seco (SOS). Y si bien no es un problema crítico puede ocasionar molestias como picazón, irritación, pesadez y sensación de arenilla o de cuerpos extraños en los ojos y sensibilidad a la luz, junto a una sensación áspera, seca y persistente, como causa de una mala lubricación visual.

Existen estudios clínicos que demuestran que existe una relación entre esta afección ocular y el inicio de la menopausia. De hecho, junto con los sofocos, el SOS es uno de los síntomas más comunes de la menopausia.

Normalmente esto ocurre porque las superficies de la córnea y la conjuntiva tienen receptores de hormonas sexuales, y debido a la disminución de dichas hormonas durante la menopausia, cambian y disminuyen la cantidad y calidad de la película lagrimal.

Este problema se suele corregir con el uso de colirios especiales y lágrimas falsas que tienen que ser recetadas por un médico.

Pero esta enfermedad también puede estar relacionada con otros problemas como enfermedades autoinmunes o tiroideas, como así también con ciertas enfermedades reumáticas o patologías como la fatiga crónica o la fibromialgia.

Por ello que resulta importante consultar con un oftalmólogo, sobre todo después de los 40 o 45 años, para descartar cualquier otra patología y confirmar que efectivamente sea Síndrome del Ojo Seco (SOS).

Asimismo, existen otros problemas como alteraciones en la curvatura de la córnea, que si bien están relacionadas con la edad y la presbicia, en la menopausia suelen ser más comunes y pueden empeorar y disminuir la calidad y la agudeza de la visual.

Además algunas terapias de reemplazo hormonal que se suelen recetar en la menopausia pueden afectar también la salud visual, ya sea como producto de cambios en la función visual o bien porque incrementen los padecimientos que ya se tenían.

De hecho, los síntomas del SOS en pacientes que llevan a cabo este tipo de terapias suelen empeorar. Igualmente, aquellas mujeres operadas mediante cirugía refractiva en córnea puede que tengan retrocesos si realizan una terapia de reemplazo hormonal.

A pesar de todo esto lo más importante no es alarmarse ni preocuparse por demás, sino realizar las consultas apropiados con el oftalmólogo para descartar cualquier otra enfermedad y evitar estados progresivos que puedan comprometer la salud de nuestra vista.

Problemas visuales asociados a la menopausia (y a la edad)

Problemas visuales asociados la menopausia

Ya vimos algunos de los problemas visuales que pueden llegar con la menopausia, como el ojo seco, pero hay otros que también pueden ocurrir a esta edad. Algunos de los cuales estarán relacionados estrictamente con la edad y otros con la disminución de las hormonas sexuales femeninas.

  • Presbicia (o vista cansada): al pasar los 40 años el cristalino puede perder flexibilidad, de manera que nos será más difícil leer o ver de cerca. Es importante consultar con el oftalmólogo los tratamientos posibles.
  • Retinopatía diabética: es un problema grave que se debe controlar con mucha atención, especialmente si se es diabética y ya se ha superado los 40 años. Esta enfermedad es producto de una inflamación de los pequeños vasos sanguíneos dentro del ojo, que pueden tener escapes o bien taparse por completo debido a un incremento de los niveles de azúcar.
  • Glaucoma: también es un problema importante y tiene una particularidad que lo hace peligroso que es el hecho de que no hay síntomas en las etapas iniciales. Esta afección daña el nervio óptico, que es el que trasmite la información visual al cerebro, de manera que en muchos casos se pueden perder por completo la visión. Lo mejor en este caso es la prevención, por lo cual realizar los exámenes periódicos es necesario, sobre todo si ya se ha pasado los 40 años de edad.
  • Miodesopsias: también llamado “moscas volantes”, se manifiesta como un conjunto de puntos, manchas o filamentos suspendido en la visión, y son resultado de un defecto ocular, normalmente consecuencia del propio envejeciendo del llamado “cuerpo vítreo” pero en algunos casos puede deberse a algo más grave. Por lo que si presentas estos síntomas de manera persistente debes concurrir de inmediato a tu oftalmólogo.
  • Degeneración macular relacionada con la edad: la DMAE afecta principalmente la visión central, perjudicando la capacidad de leer y reconocer rostros. En algunos casos ocasiona una pérdida total de la visión, pero afortunadamente se puede usar la prevención para reducir su impacto y en algunos casos hasta es posible recuperar lo perdido.
  • Cataras: es el problema ocular más conocido y frecuente cuando se trata de envejecimiento de los ojos. La causa de las cataratas es la aglomeración de proteínas del cristalino por el propio envejecimiento. Lo cual provoca una visión borrosa, debido a que el cristalino pierde su transparencia, lo que puede impedir llevar una vida normal. Afortunadamente hay un tratamiento quirúrgico que extrae las cataratas que es bastante sencillo y muy eficaz.

Síntomas de alerta (para los problemas oculares en la menopausia)

Síntomas de alerta (para los problemas oculares en la menopausia)

Si se siente en los ojos sensaciones extrañas o incomodidades como lagrimeo en uno o ambos ojos, disminución de la agudeza visual, o cuerpos extraños o arenilla, incluso después de haber sido operada, se debe consultar de inmediato con un oftalmólogo de confianza.

Además, es importante destacar que el riesgo de cataratas en las mujeres menopaúsicas es muy alto, así como el de degeneración de la mácula del ojo, por ello ante el menor síntoma o cambio en la calidad y agudeza de la visión se debe visitar de inmediato a un médico especialista.

Exámenes oculares periódicos necesarios después de la menopausia

Exámenes periódicos necesarios después de la menopausia

Al realizar los exámenes de rutina se deben llevar a cabo pruebas específicas, además de la de agudeza visual, para descartar los problemas oculares antes mencionados.

En primer lugar, se debe hacer una valoración de optometría para definir si es necesario el uso de una corrección óptica, como gafas o lentes de contacto, o bien en el caso de que el paciente ya use alguna corrección óptica determinar si es necesario realizar algún ajuste a la fórmula actual.

Además se debe tomar la presión intraocular y realizar un examen del nervio óptico para poder detectar enfermedades como el glaucoma.

También se debe hacer un examen de fondo de ojo con dilatación de pupilas una vez al año para evaluar el estado de la retina y descartar otras enfermedades.

Finalmente es importante determinar el estado muscular para poder detectar cualquier presencia de desviaciones oculares o estrabismo.

Como dijimos antes, es importante realizar este tipo de consulta al menos una vez al año.

Recomendaciones para mantener una buena visión en la menopausia

Recomendaciones para mantener una buena visión en la menopausia

Existen algunos hábitos y situaciones cotidianas que pueden perjudicar la calidad y salud ocular y visual como por ejemplo:

  • La exposición prolongada a rayos ultravioletas sin una protección ocular adecuada.
  • También una dieta baja en antioxidantes, betacaroteno y vitaminas (especialmente de la A, C y E) y de omega 3 puede favorecer el desarrollo de enfermedades oculares.
  • Asimismo, como dijimos antes, las enfermedades como la diabetes y la hipertensión ocular pueden desencadenar problemas visuales cuando no están bien controladas, llegando en algunos casos a provocar ceguera.
  • Cabe mencionar que el consumo de tabaco también está muy relacionado con enfermedades como la degeneración macular o la catarata.

Otro aspecto importante a mencionar es que se debe evitar la automedicación, ya que los medicamentos que se consumen sin recomendación médica pueden empeorar el cuadro y además solo se tratarán los síntomas, pero no la enfermedad de fondo.

Por otro lado, existen hábitos saludables que ayudan a prevenir ciertas enfermedades oculares como:

  • Una dieta rica en frutas como uvas, naranjas y kiwi (ricas en antioxidantes), alimentos ricos en omega 3 como el pescado, y verduras de coloración verdosa como la lechuga, las acelgas, la espinaca y el brócoli.
  • Un peso corporal saludable también ayudará a evitar enfermedades visuales.
  • Si se va a estar en contacto con rayos ultravioletas y/o el viento siempre se recomienda utilizar protección adecuada para los ojos.
  • El ejercicio físico regular (al menos tres veces por semana) también ayudará a mantener una mejor salud ocular.
  • También se suele recomendar usar gotas humectantes para mantener los ojos bien hidratados (sobre todo si se está mucho tiempo ante un ordenador o la televisión).
  • Si se utilizan aparatos electrónicos es recomendable parpadear con frecuencia para estimular la secreción de lágrimas, cuidar la distancia y realizar descansos periódicos para aliviar los ojos.

Otros consejos son:

  • Si se van a utilizar productos tóxicos volátiles (como amoniaco o lejía) se debe resguardar correctamente los ojos con alguna protección.
  • Es importante respetar la calidad y cantidad del sueño. Ya que cuando dormimos el cuerpo entra en fase REM con lo cual produce masajes regenerativos de la superficie ocular disminuyendo así el riesgo de enfermedades visuales.
  • Cuidar la piel delicada de los parpados con una adecuada higiene al acostarse y al levantarse (especialmente si se usan lentillas).

Finalmente, lo más importante, realizar una consulta al oftalmólogo por lo menos una vez por año, sobre todo después de los 45 años de edad.

¿Cuándo se debe consultar con un médico sobre los cambios visuales?

Cuándo se debe consultar con un médico sobre los cambios visuales

A medida que vamos envejeciendo es normal que se produzcan cambios en nuestra visión, sin embargo, si percibimos algunos de los siguientes cambios deberíamos consultar con un especialista ya que podrían significar algún problema ocular:

  • Si aparecen protuberancias en uno o ambos ojos.
  • Si percibimos una cortina o velo que bloquea nuestra visión.
  • Si hay una disminución de la visión (aunque sea transitoria).
  • Si se tiene una visión distorsionada.
  • Si se ve doble.
  • Si se tiene ojos llorosos o con excesiva lagrimación.
  • Si se perciben halos o círculos de colores alrededor de las luces.
  • Si se percibe una pérdida de la visión periférica.
  • Si se tiene dolor ocular.
  • Si los ojos tienen un rojo inusual.
  • Si aparecen miodesopsias (o “hilos” oscuros en la visión) o destellos de luz.

Si se presenta cualquiera de estos síntomas se debe consultar de inmediato con un médico oftalmólogo ya que podría indicar algún problema o cambio negativo en la salud ocular.

Cuéntanos en los comentarios si crees que estás padeciendo algún tipo de problema ocular, y si este artículo te ha sido útil. Nos gustará escuchar tu caso y compartirlo con nuestra comunidad.

 

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